Según publica el periódico, ‘Het Laatste Nieuws’, Kimberley Vlaeminck, una chica de 18 años fue a tatuarse tres estrellas debajo del ojo y se encontró con 56. La adolescente belga quiere denuciar a su tatuador porque, según ella, la tatuó en contra de su voluntad.
El domingo pasado Kimberley se fue con su hermana y su padre a la tienda ‘Tatoo Bos’ de Courtrai, en Bélgica. Le pidió al tatuador pintarle tres estrellas cerca de su ojo izquierdo. Durante el trascurso la chica se habría quedado dormida y una vez que se despertó se dio cuenta del ‘trabajo’ indeseado que le había hecho en la cara.
“Me desperté a tiempo, antes de que me tatuara la nariz”, explica Kimberley. “Después he visto lo que me hizo. Conté 56 estrellas. Es horrible”, añade.
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