La mascota de los Jazz de Utah y un fanático de los Cavaliers de Cleveland se agarraron a golpes en medio de la cancha.
El oso, que llevaba un cartel en las manos que decía “I´m a loser” se acercó y abrazó al fanático del equipo visitante señalándolo como perdedor. Al simpatizante no le gustó el gesto y lo empujó por las escaleras.
Sin embargo, esto no quedó ahí, ya que la seguridad intervino bajando al fanático a la cancha. En esos momentos el oso comenzó a provocarlo e hizo que el fanático reaccionara y se fuera sobre el oso.
Pero la mascota se puso en guardia y lo derribó provocando el delirio de los simpatizantes. Al final, Bear se despidió de su rival haciendo una pose a lo Karate Kid.(El Comercio/GDA)
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