Uno de los proyectos que se presenta actualmente en la CES apunta a la masificación de la tecnología con vistas a potenciar la educación. Su nombre es One Laptop per Child o "una computadora por niño", y para lograrlo promete reducir el elevado valor de estos dispositivos a tan sólo 100 dólares.
"Una gran cantidad de tabletas están diseñadas para el entretenimiento y el consumo, pero eso no es lo que nosotros hacemos. Creo que debe ser una experiencia educativa total, diseñada para crear, compartir, editar, disfrutar e interactuar con otros niños y maestros" dijo el director de la organización sin fines de lucro que impulsa la iniciativa, Ed McNierney.
Hasta el momento, la asociación se encargaba de construir laptops de muy bajo precio (foto). Las versiones anteriores se vendían a 199 dólares y fueron muy populares en Latinoamérica, donde se repartieron casi un millón de unidades. La intención es seguir sumando en practicidad y economía, su próximo modelo, el XO-1.75 costará 165.
La nueva revolución de las tabletas, iniciada por Apple y su iPad, logró reducir los costos de las pantallas táctiles en casi un 50 por ciento. El desafío para su original proyecto es conseguir una lámina completamente resistente que permita la libre manipulación de los niños.
"Uno de los principales problemas que tenemos es el de tratar de hacerla irrompible. No muchas personas le darían su iPad a un niño de seis años, y menos aún a uno que vive en el desierto", sostuvo McNierney.
La tableta ideada se llamará XO-3 y espera estar en las escuelas en 2012. Contará con una pantalla táctil de 25 centímetros, al igual que el iPad. Además, incluirá una cubierta protectora y un sellado que impida que entre polvo, arena, o agua. Contendrá un panel solar para resolver otro de los mayores problemas, el de la energía.
Las baterías de los modelos que se distribuyen hoy permiten una autonomía de entre siete y ocho horas. El futuro dispositivo permitirá su utilización durante 10 ó 12 horas seguidas sin necesidad de recarga.
El éxito de la propuesta se basa en su público específico, los niños en edad escolar. Al mismo tiempo, iniciativas de este tipo permiten que la tecnología llegue a lugares donde antes no lo hacía. Crece así la alfabetización informática.
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